Hola a todas,
Arrancamos esta primera postal de 2024 con emociones encontradas. Animadas por los nuevos proyectos en los que nos vemos inmersas (ya os hablaremos del desarrollo del programa Simbiontes con el instituto Leonardo da Vinci de Majadahonda, que está siendo chulísimo); pero entristecidas/enfurecidas por la cancelación del programa cultural de Etopia, institución puntera en arte y tecnología en nuestro país, así como la desmantelación de otros importantes proyectos culturales a favor del lucro neoliberal.
Resulta urgente defender un modelo de institución cultural que se desplace de lógicas mercantilistas y heteropatriarcales, que construyan posibilidad y afección política. Por ello, en esta postalita recuperamos tres proyectos de media art en torno a los tres principios que la filósofa Nancy Fraser entendía vertebradores de la economía feminista, y cuya reivindicación nos parece clave en esta coyuntura cultural: la redistribución, el reconocimiento y la representación.
Si el arte puede imaginar futuros deseables, ¿de qué modo podemos soñar con otras instituciones bajo estos principios?
Las artistas Maki Deprez y Caitlyn Meeks crearon en 2019 un metaverso de código abierto, Tivoli Cloud VR, dispuesto bajo términos feministas de respeto e inclusión, amigables para identidades subalternas y accesibles para comunidades tecnológicas. Aunque el metaverso es feo como él solo, sus lógicas experienciales y materiales apelan a esta cuestión de la redistribución. Así, y entendiendo la igualdad como principio ético y político en el reparto de recursos materiales y de conocimiento, reivindicamos las instituciones culturales como espacios irrenunciables de acción y pensamiento en esta dirección.
A través del principio de reconocimiento, imaginamos también instituciones que respaldan la justicia social asumiendo la preponderancia histórica del poder masculino e impulsando aquellas narrativas opacadas, como las vinculadas al trabajo reproductivo y de los cuidados. La artista France Cadet repiensa este principio desde la tecnología en Demain les robots, una videoinstalación compuesta por siete pantallas mágicas, que sólo al mirarlas a través de filtros polarizados revelan en su interior unos bebés robots en gestación. El arte siempre ha funcionado como un dispositivo de reconocimiento; como herramienta analítica y política clave en la desactivación de las objetividades neoliberales que nos empujan a aceptar nuevos modos de malvivir.
Por último, bajo el principio de representación hablamos de emancipación política y económica que faculte la participación de todas las ciudadanas en las esferas de lo público. En febrero del 97 el Kunsthalle de Hamburgo convocó un concurso de net.art. La artista Cornelia Sollfrank presentó 300 candidaturas con identidades ficticias de mujeres. Su propuesta cuestionaba el énfasis tradicional del museo en el creador individual y el objeto artístico estable, a expensas de una red en la que prosperaba lo colectivo y mutante. Solo hombres fueron seleccionados como ganadores del concurso. Al proyecto lo llamó Female Extension.
Con ese gesto cerramos esta postal, que pese a quedarnos extensa, se queda corta para dar cuenta de todas las luchas que están teniendo lugar en este momento en nuestro sector. Seguiremos atentas a todas ellas.
Gracias por leernos, ¡seguimos!
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Bonus track
La carta de apoyo a Etopia, que os invitamos a firmar.
Pronto repetimos en el Curso de Mediación y Educación en Museos y otros Centros Patrimoniales y Culturales, con Innova SC y la Universidad Complutense. Más info aquí.
Algo de risitas (sobre la importancia de señalar): una web que localiza una imagen de alguien apuntando a tu cursor.
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